01 May Cómo Manejar una Ruptura cuando hay Hijos Involucrados
Esta es una carta a una querida amiga que esta, como muchas personas hoy en día, pasando un momento difícil, con personas muy queridas involucradas, y que lo que menos quiere es hacer daño a nadie y nos ha pedido ayuda y consejo, espero que también os valga a todos vosotros:
“Querid@, sé que estás pasando por uno de los momentos más difíciles de tu vida. Una ruptura nunca es fácil, pero cuando hay niños involucrados, el corazón se parte un poco más. Como madres, no solo lidiamos con nuestro propio dolor, sino que también cargamos con la preocupación por nuestros pequeños. Respira hondo, porque juntos vamos a atravesar esto.
1. Habla con el corazón
Siéntate con tus hijos y ábrenos tu corazón. Con palabras suaves y abrazos cálidos, explícales que, aunque mamá y papá ya no estarán juntos, el amor por ellos nunca cambiará. Recuérdales una y otra vez que no es su culpa. Tus palabras serán el bálsamo que necesitan en este momento de confusión.
2. Crea un refugio en la rutina Nuestros niños son como pequeñas plantas que necesitan estabilidad para crecer fuertes. Mantén sus rutinas como un ancla en medio de la tormenta. Esos momentos cotidianos – la hora del baño, los cuentos antes de dormir – se convertirán en su zona segura.
3. Sé el puente, no la barrera Aunque tu corazón esté herido, recuerda que tus hijos aman a ambos padres. Fomenta esa relación con papá, incluso cuando duela. Tu generosidad emocional será un regalo invaluable para tus hijos.
4. Permítete sentir, pero con gracia Querida, está bien llorar, está bien sentir rabia. Pero hazlo con gracia, no en la depresión. Busca apoyo en tus amigas, en tu familia, o en un terapeuta. Tus hijos aprenderán de tu resiliencia y fuerza interior.
5. Sé la roca de tus pequeños Los niños necesitan saber que pueden contar contigo. Si prometes algo, cúmplelo. Tu consistencia será su seguridad en este mar de cambios.
2. Crea un refugio en la rutina Nuestros niños son como pequeñas plantas que necesitan estabilidad para crecer fuertes. Mantén sus rutinas como un ancla en medio de la tormenta. Esos momentos cotidianos – la hora del baño, los cuentos antes de dormir – se convertirán en su zona segura.
3. Sé el puente, no la barrera Aunque tu corazón esté herido, recuerda que tus hijos aman a ambos padres. Fomenta esa relación con papá, incluso cuando duela. Tu generosidad emocional será un regalo invaluable para tus hijos.
4. Permítete sentir, pero con gracia Querida, está bien llorar, está bien sentir rabia. Pero hazlo con gracia, no en la depresión. Busca apoyo en tus amigas, en tu familia, o en un terapeuta. Tus hijos aprenderán de tu resiliencia y fuerza interior.
5. Sé la roca de tus pequeños Los niños necesitan saber que pueden contar contigo. Si prometes algo, cúmplelo. Tu consistencia será su seguridad en este mar de cambios.
6. Escucha con el alma
A veces, tus hijos no necesitarán palabras, solo necesitarán tu presencia y tus oídos atentos. Escúchalos sin juzgar, valida sus emociones. Deja que sepan que su corazón tiene un lugar seguro en ti.
7. No los pongas en medio Por mucho que duela, mantén a tus hijos fuera de los conflictos con tu ex. Ellos no son mensajeros ni mediadores. Protege su inocencia y su relación con ambos padres.
8. Busca ayuda profesional si la necesitas Si sientes que la situación te supera, no dudes en buscar ayuda profesional. Un mediador familiar puede ser ese ángel que necesitas para navegar estas aguas turbulentas.
9. Ten paciencia, mucha paciencia El corazón de un niño sana a su propio ritmo. No apresures el proceso. Cada lágrima, cada pregunta, cada momento de confusión es parte del camino. Estarás ahí para ellos en cada paso.
10. Cuídate para poder cuidarlos Recuerda, querida, que no puedes dar de un pozo vacío. Encuentra momentos para ti, para nutrir tu alma. Ya sea un baño relajante, una tarde con amigas o simplemente un momento de silencio. Tu bienestar es crucial para el de tus hijos.
7. No los pongas en medio Por mucho que duela, mantén a tus hijos fuera de los conflictos con tu ex. Ellos no son mensajeros ni mediadores. Protege su inocencia y su relación con ambos padres.
8. Busca ayuda profesional si la necesitas Si sientes que la situación te supera, no dudes en buscar ayuda profesional. Un mediador familiar puede ser ese ángel que necesitas para navegar estas aguas turbulentas.
9. Ten paciencia, mucha paciencia El corazón de un niño sana a su propio ritmo. No apresures el proceso. Cada lágrima, cada pregunta, cada momento de confusión es parte del camino. Estarás ahí para ellos en cada paso.
10. Cuídate para poder cuidarlos Recuerda, querida, que no puedes dar de un pozo vacío. Encuentra momentos para ti, para nutrir tu alma. Ya sea un baño relajante, una tarde con amigas o simplemente un momento de silencio. Tu bienestar es crucial para el de tus hijos.
Atravesar una ruptura con hijos es como caminar por un campo de espinas con los pies descalzos. Duele, y mucho. Pero recuerda, eres más fuerte de lo que crees. Con amor, paciencia y cuidado, no solo superarás esto, sino que le enseñarás a tus hijos una de las lecciones más valiosas de la vida: cómo levantarse después de caer.
Tú puedes con esto, mamá guerrera. Y recuerda, no estás sola en este viaje. Estamos todas contigo, sosteniendo tu mano en cada paso del camino.»
Espero que estas palabras para una amiga, os sirvan de apoyo en estos momentos, difíciles pero de los que se sale.
Con amor,
Tú puedes con esto, mamá guerrera. Y recuerda, no estás sola en este viaje. Estamos todas contigo, sosteniendo tu mano en cada paso del camino.»
Espero que estas palabras para una amiga, os sirvan de apoyo en estos momentos, difíciles pero de los que se sale.
Con amor,